viernes, 1 de abril de 2011

Algunas curiosidades históricas

Se cuenta que, en Paris, el genial pintor Salvador Dalí visitó una casa de salud para enfermos mentales. El director se los iba mostrando. Abría la puerta de una celda y decía: - "Este es Napoleón. -"Poco interesante". Comentó displicente Dalí. En otra celda, después: -"Este es el Padre Eterno". -"Poco interesante". Y así uno tras otro. Ninguno le interesaba. Hasta que al fin, al abrirse la puerta de una celda, vio un rostro prodigiosamente desorbitado, con los ojos saltones y el cabello en desorden genial. Y exclamó: -"¡Éste! ¡Éste1 Este es un loco genial Se le nota enseguida. -"Pero señor Dalí, aquí no hay nadie. Observe usted que está ante el espejo de un armario....

El tercio(1534-1704) fue una unidad militar del Ejército español durante la época de la Casa de Austria. Muchos contadores y capitanes de los tercios exageraban el número de efectivos de sus unidades, para así aumentar los ingresos. Habitualmente no daban de baja a soldados fallecidos o a los desertores para quedarse con las pagas que se entregaban a la unidad para estos soldados "inexistentes".

Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) fue una de nuestras glorias nacionales en Medicina. Un día, hacia la madrugada, llamaron a la puerta. Su esposa abrió. Era un telegrama de Suecia, en el que comunicaban a don Santiago que había recibido el Premio Nóbel de Medicina. Ramón y Cajal no pensó que fuese verdad. -"Esto son cosas de los estudiantes -dijo- Una broma que me han querido hacer". Y continuó durmiendo. Después, por la prensa, supo que era verdad.

Carlomagno (742-814), rey de Francia o de los francos, tuvo tres hijos: Gobante, Luis y Lotario. Ya viejo reunió a los tres, partió en tres grandes partes una manzana y les ordenó que abrieran la boca para meterles en ella, a cada uno, el trozo de manzana que le correspondía. El hijo Gobante no lo quiso hacer y se marchó diciendo que todo aquello eran ridiculeces. Los otros dos obedecieron. Carlomagno invistió a Luis como rey de Francia, a Lotario como duque de Lorena y dejó sin nada a Gobante.

En Esparta el adulterio estaba permitido a las mujeres, siempre y cuando el nuevo amante fuera más alto y fuerte. Por otra parte, si a los 30 años un espartano seguía siendo soltero, perdía el derecho de sufragio y no podía asistir a festejos.

Para matar a Rasputín y según su propio asesino, comenzó con pasteles y vino cargados de cianuro. Como no tuvo efecto el cianuro decidió pegarle un tiro en el pecho, y después le dio con su bastón de plomo en la cabeza. Después lo tiró al río Neva, dónde murió ahogado. También le cortó el pene que aún hoy se conserva.

George Washington se encontraba cenando con unos amigos, y estaba sentado de espaldas al fuego que calentaba la habitación. George Washington se quejó del calor y alguien le contestó: "Un general debe estar acostumbrado al fuego". Y Washington replicó: "Sí, pero no por la espalda".

Cuando murió Napoleón, un mensajero le dio la noticia a Jorge IV de Inglaterra diciendo:
"Majestad, vuestro peor enemigo ha muerto".
Y Jorge IV preguntó: "¿Qué le ha pasado a mi mujer?".


Los antiguos normandos se bañaban de vez en cuando, pero ya estaban muy concienciados del ahorro de agua.
El día del baño, aproximadamente cada cuatro meses, la familia y sus invitados se bañaban juntos. Si eran demasiados para meterse en la bañera, lo hacían por turnos, por supuesto sin cambiar el agua.


El rey carlos II de Inglaterra (1630-1685) exhibía en ciertas ocasiones especiales una peluca que había hecho confeccionar con el vello púbico de sus cortesanas favoritas.

Los médicos del antiguo Egipto eran muy polivalentes. Sabían arreglar huesos rotos, tratar las fiebres y reconocer las enfermedades curables y mortales. Pero, además, como no existían farmacéuticos, ellos mismos preparaban y vendían los medicamentos. Por último, si el enfermo moría, allí estaba de nuevo el médico, ahora para embalsamarlo.

En 1939, Adolf Hitler fue propuesto para el Premio Nóbel de la Paz por un sueco. Afortunadamente la nominación fue rechazada en febrero, unos meses antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial.

En 1909, la banda militar que esperaba a que el rey inglés Eduardo VII en la estación de tren de Rathenau, en Branderburgo, tuvo que tocar el himno nacional inglés 16 veces. El rey no podía bajar del tren, porque no era capaz de enfundarse el traje de mariscal de campo que marcaba el protocolo.

El conde Vermandois, hijo bastardo de Luis XIV y de mademoiselle de La Vallière, legimitado con el nombre de Luis de Borbón, fue nombrado gran almirante de Francia a los dos años de edad.

"Más chulo que un ocho". Con esta frase, originada en Madrid, se pondera o alaba la majeza de alguien. Se cree que la frase alude al tranvía número ocho, que hacía el recorrido entre la Puerta del Sol y el barrio de Manzanares a principios del siglo XX. No parece que tuviera que ver con el vehículo, ya que era como todos los de su época, sino con la chulería y majeza de quienes se trasladaban al Paseo de San Antonio de la Florida los días de la romería y cogían ese tranvía para ir a la rivera del Manzanares.

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