La guerra civil de 1861-1865 ha sido el conflicto más sangriento y con más rencillas que ha sufrido Estados Unidos en su historia interna. Está guerra dejó un legado de dolor y odio. Fue generada por un choque de intereses entre las regiones nordeste y sudeste del país, cuando el Oeste estaba aún, en su mayor parte en proceso de colonización. El Norte era una zona industrial, de fábricas y con mucha actividad comercial, mientras que el Sur era esclavista, donde la principal actividad era la agricultura, con muchas plantaciones de algodón. El Norte quería un gobierno centralizado y fuerte para apoyar su crecimiento económico, y el Sur quería salvaguardar los intereses regionales. Los aranceles que el Norte exigía para proteger su industria eran rechazados por el Sur porque aumentaban el precio de los productos manufacturados. La expansión industrial del Norte podía admitir un número creciente de trabajadores libres, a pesar de los violentos contrastes de riqueza y pobreza. La economía del Sur, basada en las plantaciones, dependía de la disponibilidad de la fuerza de trabajo de los esclavos negros. Fue por cuestión de la esclavitud por lo que las diferencias entre Norte y Sur se agudizaron gradualmente.
El Sur consideraba el trabajo esclavo tan adecuado como necesario; en el Norte, la mayoría lo juzgaba abominable y lo hacía responsable del retraso de la economía sureña. El Sur quería extender la esclavitud a los territorios del Oeste. La novela "La cabaña del Tío Tom" (1852) dramatizó la brutalidad de la esclavitud y ganó adeptos para el movimiento abolicionista. El conflicto armado iba cogiendo forma. Poco después de que Lincoln fuera elegido presidente, estalló la guerra, ya que este se opuso a la extensión de la esclavitud y defendió su desaparición como sistema económico y social.
Está fue la batalla decisiva de la guerra, en 1863 los sudistas atacaban Pensilvania, después de tres días eran bloqueados por la Unión. El general Lee, comandante de la Confederación, esperaba un contraataque cerca de Cashtown pero un choque fortuito entre patrullas rivales precipitó la batalla, cerca de Gettysburg el 1 de julio. El éxito obtenido en los primeros asaltos contra las posiciones de la Unión indujo a los confederados a un falso análisis de la situación, y la caballería, que estaba comprometida en otro lugar, no reconoció el terreno. En un último intento, tres divisiones del Sur fueron lanzadas contra el fuego devastador de la artillería nordista.
El final de la guerra
Ante la dificultad enorme de una victoria y con la mayoría de las tropas en situación de bloqueo, el comandante confederado, general Robert E. Lee, se rindió al comandante de la Unión, general Ulysses S.Grant en Appomattox, el 9 de abril de 1865.
La guerra costó la vida a 360.000 soldados confederados y de 260.000 soldados de la Unión, además de miles de civiles. El Sur estaba en situación ruinosa. El odio no había muerto, se había sembrado una amargura de largo recorrido.
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