jueves, 10 de marzo de 2011

Incitatus, más que un caballo.

Impetuoso del latín Incitatus, fue el caballo preferido de Calígula (12-41 dC). Se trataba de un caballo de carreras que había nacido en Hispania, una de las mayores fuentes de exportación de caballos de carreras de la antigua Roma.


La devoción que el emperador sentía por este caballo llegaba a extremos ridículos. Mandó construirle una caballeriza de mármol con pesebre de marfil para su uso exclusivo, que terminaría convirtiéndose en toda una villa con jardines y en la que había 18 sirvientes para su cuidado personal, y le daban de comer avena mezclada con pequeñas pajitas de oro. Dormía con mantas de color púrpura (color reservado a la familia imperial) y llevaba collares de piedras preciosas. Según parece el caballo tuvo a romanos influyentes como invitados a cenar a esta mansión durante varias ocasiones, debían de comer de su misma mesa. 

Calígula llegó a otorgar a Incitatus el título de Cónsul. Lo que se puede interpretar como una locura más de un emperador pseudopsicópata o directamente una muestra más del desprecio total que sentía por el senado, en aquella época poblado de senadores serviles y fusilánimes.

Como caballo de carreras que fue, Incitatus participó en las famosas carreras del circo Máximo. La noche anterior a una competición, el emperador durmió junto al animal decretándose un silencio general que nadie podía violar en toda la ciudad bajo pena de muerte, con el fin de que el caballo descansase sin ser molestado. Parece ser que Incitatus sólo perdió una carrera , tras la cual Calígula ordenó que el auriga muriera lentamente a manos de un verdugo.


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